El Nacimiento de El Albar y su conducción hasta la fuente del mismo nombre a través de un acueducto que circulaba por el camino de Castejón o de Alozaina al Albar, son obras hidráulicas que completan el conjunto de Los Peñones, un complejo arqueológico de extraordinaria importancia, que da muestra de un asentamiento humano mediante una extensa necrópolis de tumbas excavadas en la roca y un lugar de culto asimismo excavado en la roca.