En el año 1570 unos 600 hombres acaudillados por El Yebali y Lorenzo Alfaqui provenientes de tierras rondeñas se disfrazaron de castellanos y llegaron hasta Alozaina con la intención de adueñarse de ella, tierra en la que solo se encontraban, mujeres, viejos y niños, pues sus moradores habían ido a la siega.
Según cuenta la historia, solo quedaban 7 hombres, que encabezados por Ginés Martín. Lograron atravesar las filas de los revoltosos, junto con las mujeres y los niños disfrazados con las monteras, los capacetes y los capotes de los hombres, fingiendo que existía una numerosa guarnición, plan que les ayudó a soportar 3 asaltos, aunque sufrieron varias bajas.
En el tercer asalto, los moriscos dispararon sin piedad contra el castillo, hiriendo gravemente al anciano Martín Sagredo (o Lagredo) Domínguez.
María Sagredo, al ver la sangre de su padre en el suelo, decidió subirse al torreón y defender fieramente la fortaleza, arrojando colmenas al enemigo y cediendo la delantera a los vecinos, que regresaron al ataque y lograron sacar al enemigo de las tierras de Alozaina.
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